ALISIOS
Hacen vibrar las jarcias,
danzar las remendadas velas,
crujir la vieja tablazón.
Algo mas allá del horizonte
la dorada playa espera
desde el amanecer del tiempo
Termina esta jornada. El frío
en los huesos y el cansado
cuerpo, que intentan apresar
un corazón que no envejece
Al templo ancestral llevo
esta joya, para concluir el
mosaico que construyo
Ofrendaré estos recuerdos:
amados como el mundo
evanescente, al que aspiro volver
Oro y negro, una serpiente
en los manglares malayos.
Aroma de los templos del oriente
La brisa perfumada del atardecer,
el brillo luminoso de la estela,
la fuerza del tifón
Crines al viento, cabalgando,
en la montaña.
Entre los pinos la plateada luna
Tabaco y ron.
Sangre sobre los otanes, tambores.
La presencia convocada
Los demonios de arena.
El amor de la esfinge,
un rojo amanecer en el desierto.
Con mis armas, mis votos y
este fatigado cuerpo, gracias
por tan hermoso viaje.
Quiero regresar para encontrarte
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